Qué es «Formjacking», el nuevo método en auge de los ciberdelincuentes
El «formjacking», copiar datos de tarjetas en internet para luego venderlos en el mercado negro, es uno de los métodos de ciberdelincuencia que más se extendió en el mundo durante 2018, mientras que los ataques de «ransomware» (virus malicioso) como el WannaCry bajaron.
Así se desprende del último informe anual sobre amenazas de seguridad en internet de 2018 de la empresa Symantec, que asegura que España es el octavo país europeo en número de amenazas detectadas. El «formjacking» afecta principalmente a pequeñas y medianas empresas y según el informe, cada mes se ven afectados una media de 4.800 webs, siendo los ataques a las páginas de Ticketmaster o British Airways los casos más sonados el año pasado.
En el caso del ataque contra la web de la aerolínea inglesa, que sufrió el robo de datos de 380.000 tarjetas, los ciberdelincuentes podrían haber obtenido cerca de 17 millones de dólares, ya que solo una sola tarjeta de crédito en internet puede ser vendida por 45 dólares (unos 40 euros). El «formjacking» es «una seria amenaza tanto para las empresas como para los consumidores».
El documento también apunta un descenso de ataques de «ransomware» como el WannaCry, un tipo de ciberamenaza que llega a través del correo electrónico y que, una vez descargado, cifra los archivos del ordenador y a continuación aparece un mensaje que pide un rescate para desbloquearlos.
Según el informe, la disminución de este tipo de ataques se deben a la creciente adopción de sistemas de seguridad de computación en la nube (cloud), que hace los ataques menos eficaces ya que existen copias de seguridad. Por esto también, la nube se ha convertido en un nuevo objetivo para los ladrones digitales: solo el año pasado más de 70 millones de registros fueron robados o filtrados desde directorios de almacenamiento en nubes públicas.