Neuralink: chips en nuestro cerebro
Elon Musk es el Iron Man real. No sólo está revolucionando la movilidad eléctrica y el sector de lanzamiento de cohetes espaciales, sino que también tiene otros proyectos como el de Neuralink. Esta empresa busca acercar la tecnología a nuestros cuerpos, ya que, literalmente, asegurando que dentro de poco van a poder meter sensores y chips en nuestro cerebro.
Neuralink va a introducir los primeros chips en el cerebro de humanos a partir de 2020
Actualmente estamos esperando a que la compañía revele cuáles han sido sus avances en el campo de entrelazar el cerebro y la tecnología, pero hay medios como el New York Times y Bloombergs que ya han desvelado información tras un encuentro con la empresa.
En primer lugar, la compañía afirma haber creado un robot que parece una máquina de coser que, básicamente, puede implementar chips y sensores en el cerebro humano. Ya han hecho pruebas con ratas a las que llegaron a ponerle hasta 1.500 electrodos y enviaron 10 veces más información que los sensores más potentes que hay en la actualidad, pudiendo escuchar las neuronas activándose mientras un software recopila y analiza las señales.
Aunque lo primero que se nos viene a la cabeza son super humanos o cyborgs, el primer uso que va a tener esto es poder ayudar a personas que han tenido accidentes o que han sufrido amputaciones. Musk afirma que conectar nuestros cerebros con las máquinas es la única manera de seguir avanzando en campos como la IA.
Elon Musk asegura que están tan avanzados que esperan poder empezar a trabajar con humanos en el segundo trimestre de 2020. Lo primero que implementarán son un par de hilos finos conectados al cerebro que tienen un cuarto del diámetro de un pelo humano. Para introducirlos, usarán un robot con agujas para evitar dañar cualquier vaso sanguíneo.
Se podrá escribir sólo con pensarlo o mover un ratón
Esos hilos actuarán como sensores, que enviarán la información a un chip que irá colocado en el cráneo, que será el que transmita la información inalámbricamente a un receptor que irá colocado en la oreja con el receptor, batería y todo el hardware. Gracias a ello, será posible enviar información por Bluetooth a nuestro cerebro. Actualmente necesitan utilizar un taladro para introducirlo haciendo cuatro agujeros de 8 mm, pero más adelante esperan usar láseres para evitar «vibraciones incómodas» y evitando tener que rapar la cabeza de las personas.
No se sabe si este sistema funcionará en humanos, ni tampoco se conoce la durabilidad de los hilos colocados dentro del cerebro, aunque en pruebas con monos han conseguido que éstos controlen ordenadores con el cerebro. Uno de los principales problemas que pueden surgir es que se forme tejido cicatrizante alrededor de los sensores, eliminando la posibilidad de que envíen y reciban señales.
Las personas que sufran enfermedades como Parkinson se alegrarán de saber que el chip actual tiene una superficie de 4×4 mm con hasta 10.000 electrodos con capacidad de lectura y escritura, lo cual equivale a 1.000 veces más que los mejores tratamientos con tecnología similar para este tipo de pacientes. Otro de los usos podría llegar a ser el que dos personas puedan comunicarse «telepáticamente», escribir sólo con pensarlo en un ordenador (afirman que se pueden conseguir 40 palabras por minuto) o mover un ratón por la pantalla. En el futuro afirman que quieren que se pueda llegar a aprender un idioma automáticamente como en Matrix, pero eso es todavía algo muy remoto que puede que no veamos nunca.